Sobre la filosofía de los años sesenta, podríamos comenzar a empaparnos con las canciones de Bob Dylan y también con algunos de los eslóganes de la época. Como por ejemplo, 'La revolución no será televisada', originado en el movimiento Black Power. Ese fue el código, porque la revolución estaría en los corazones y las mentes de las personas, en una especie de transmutación psicológica y espiritual. Una nueva forma de 'consciencia'. Invisible a la televisión, a menos que uno estuviera muy pasado. Y comenzara a ver paradigmas en la pantalla. Y a identificar quién pertenecía al viejo paradigma, y quién pertenecía al nuevo paradigma. Puro divague. Otro eslogan poderoso, con resonancias súper profundas en nuestro entramado social actual, es 'Lo personal es político'. Algo que en lo básico, significa que, independientemente de quien ocupe los sillones del gobierno, cada persona tiene algo de poder político, ya que uno se constituye como sujeto político tan sólo con la postura y los gestos con los que nos paramos frente al mundo.
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